La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), se comprometieron a utilizar sus conocimientos y competencia técnica en apoyo del esfuerzo en curso del Gobierno de Japón para hacer frente a las cuestiones de inocuidad alimentaria derivadas de los eventos acaecidos el pasado 11 de marzo.
El terremoto y el maremoto del 11 de marzo han provocado la pérdida de miles de vidas y el deterioro o la destrucción de numerosos hogares y edificios. También se ha visto afectada la infraestructura de transporte del Japón, y las instalaciones de agricultura y acuicultura han resultado dañadas o han sido arrasadas.
En ese contexto, ha habido también que prestar una atención prioritaria a los reactores de la central nuclear, al riesgo consecutivo de exposición humana directa a la radiación, y a las actuaciones para recuperar el control de las instalaciones.
Los problemas relativos a la inocuidad de los alimentos suponen una dimensión adicional de la emergencia. Algunos alimentos recolectados en puntos de la prefectura de Fukushima y en las zonas adyacentes están contaminados con material radiactivo.
En el Japón están en vigor disposiciones relativas a los límites reglamentarios provisionales de radiactividad en los alimentos. Se están controlando los alimentos, se están efectuando mediciones de la radiactividad que presentan y se están haciendo públicos los resultados obtenidos. Asimismo, las autoridades japonesas están proporcionando orientaciones a los consumidores y los productores acerca de las medidas de seguridad pertinentes.
http://www.who.int/mediacentre/news/statements/2011/japan_20110323/es/index.html