Prevención en el uso de repelentes

19 de Enero de 201020:15
El combate del mosquito trasmisor del dengue disparó la demanda y el uso de repelentes, lo que muchas veces si no se usan adecuadamente traen problemas a la salud de las personas. Por eso, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) insistió con una serie de consejos para evitar cualquier tipo de inconveniente a la hora de usar estos productos cosméticos, sobre todo cuando especialistas alertan que los mosquitos están cada vez más resistentes a estos productos.

En primer lugar, ANMAT pidió “observar con atención el rotulado de los productos al momento de comprarlos y/o aplicarlos de manera que en éste figuren la fecha de vencimiento y los datos (concentración, forma cosmética
y principios activos) que se acaban de mencionar”.
Según la administración de medicamentos, es necesario “usar repelentes químicos de seguridad y eficacia siempre acordes a la edad de los niños”. Para bebés menores de 6 meses consultar al médico respecto a que sistema o producto utilizar. Evitar la aplicación de repelentes químicos cerca de los ojos, nariz, y boca, y en especial en los niños más pequeños también en las manos (tienden a llevarse las manos a la boca). Debe ayudar al niño en la aplicación del repelente. Los niños más grandes también deben ser supervisados cuando utilicen estos productos. Además, se recomienda que no se aplique el
producto, cualquiera sea, sobre quemaduras, heridas o piel irritada.
En estos días, fuentes sanitarias confirmaron este medio que se dispararon las consultas dermatológicas por reacciones alérgicas y otros problemas derivados del mal uso de los repelentes. Por eso, ANMAT recordó que “hay que evitar la aplicación excesiva y reiterada y lavar diariamente la piel tratada con agua y jabón: no irse a acostar con repelentes sobre la piel; Lavar la ropa tratada antes de volverla a usar; No repetir aplicaciones con productos que han causado reacciones en la piel”. También se pidió que no se manipulen alimentos después de aplicarse o aplicar un repelente sin antes haberse lavado las manos.
Ante esta situación, si experimenta una erupción de la piel u otros síntomas que piense que fueron causados por usar un repelente, “deje de usar el producto, lave la zona afectada con agua y jabón, y póngase en contacto con el médico o con un centro de control de envenenamientos local. Si acude al médico, lleve el producto con usted para mostrárselo. Debe tenerse especial cuidado en personas alérgicas o con sensibilidad a alguno de los ingredientes activos de los repelentes”.
Además, ANMAT hizo una serie de recomendaciones respecto al momento de adquirir un repelente, y afirmó que “siempre resulta conveniente consultar su rótulo. Allí deben estar contenidos los siguientes datos, cuya ausencia
puede revelar que el producto es ilegítimo”. En este punto, pidió evitar la venta callejera, y de ser necesario acudir a la farmacia para comprar su producto.
En el envase del mismo, debe figurar nombre completo, el cual puede indicar su función. En caso contrario, dicha función debe estar indicada en alguna parte del rótulo. Junto a esto debe figurar número de lote, fecha de vencimiento, que en ciertos casos puede estar indicada como “consumir preferentemente antes de….”, número de legajo del elaborador o importador habilitado y número de Resolución por la cual el producto fue declarado ante la autoridad sanitaria, nombre y datos de domicilio del titular, elaborador o importador del producto, indicación de contenido neto, país de Origen, modo de uso (si corresponde). De acuerdo al tipo de producto o a su composición, puede corresponder que el rótulo contenga advertencias respecto a sustancias especiales contenidas o modo de uso especial, como por ejemplo el resguardo de no aplicar el producto en ciertas partes del cuerpo o de lavarse en caso de contacto con los ojos.
Según la ANMAT, Se encuentran disponibles en el mercado distintos repelentes que contienen aceite de Citronella en las concentraciones de 2 y 3 por ciento y DEET (sustancia química conocida como dicloro difenil-tricloroetano) en las concentraciones de 7% al 30% (máxima concentración permitida para uso en repelentes cosméticos). “Ambos principios activos se encuentran en las distintas formas cosméticas: spray, loción, crema, gel y aerosol”, asegura la entidad, que depende del ministerio de Salud de la Nación. “La principal ventaja de la Citronella es su baja toxicidad, alta tolerancia y agradable olor, que lo posiciona incluso como ingrediente principal en esencias utilizadas, con el mismo fin, como aromatizantes ambientales en inciensos, velas, o aceites. Como repelente de uso personal es usado también en las denominadas pulseras, aunque tiene una eficiencia limitada en cuanto al área de protección”,
concluye.
El combate del mosquito es en estas horas prioridad de autoridades sanitarias. Pero los repelentes e insecticidas parecen no alcanzar. Es que se confirmó que algunas especies de mosquitos son inmunes a los productos tradicional. El repelente es una sustancia química que desorienta al insecto que necesita sangre, pero en realidad lo que lo atrae es el ácido láctico que se elimina con la transpiración, el dióxido de carbono de la respiración y la temperatura corporal, explicó el biólogo Nicolás Schweigmann.
Así es que, según el profesional, por un lado habrá que analizar si el estado fisiológico no es más fuerte que el repelente. Y por otro lado -aseguró el profesor de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigador del Conicet- cualquier sustancia química no funciona contra todo tipo de mosquito. Por ejemplo, en la Capital Federal hay más de
30 especies de ese insecto, en Provincia más de 60 y en la Argentina más de 200. No existe un repelente universal, remarcó Schweigmann, para quien el repelente funciona depende el estado fisiológico; algunas personas atraen más al mosquito, otras menos y en otras no funciona el repelente. En ese sentido, destacó que el ecosistema también depende y contó la experiencia personal de que un repelente le funcione en plena epidemia de dengue en Chaco y no en Misiones.
Así es que, para el biólogo, no existe la química mágica, por lo que no es que los mosquitos se hacen más resistentes si no que depende de muchos factores. Schweigmann destacó que no existe repelente específico para el mosquito de dengue; en una situación epidemiológica no se puede engañar a la gente. Tampoco se puede vivir bañado en repelente. Hay que ser conciente de que la exposición continua a sustancias químicas en la piel produce alteraciones en la piel, dado que no existe producto químico inocuo, subrayó el especialista, quien aconsejó: la casa tiene que estar limpia; debería existir el hábito de la limpieza que no permita que se formen criaderos en
los hogares.
Fuentes ANMAT, Infobae, Miradaprofesional

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