En realidad, el empleo no registrado en la mayoría de las regiones del país siguió bajando, se mantuvo estable o registró una muy leve suba. Pero el brusco crecimiento del trabajo en negro en el Gran Buenos Aires volcó los datos de todo el país: en sólo un trimestre, subió casi tres puntos porcentuales. Pasó de 34,7 al 37,6 por ciento.

No obstante, las regiones Noroeste (45,3%) y Nordeste (44%) siguen siendo las que albergan una mayor proporción de trabajo informal. En el otro extremo se ubica la Patagonia, con un 23,5% de asalariados que no gozan de aportes jubilatorios, mientras que en el medio quedaron Cuyo (39,9%) y la región pampeana (36,1%).

"Esto quiebra la tendencia de disminución que se venía observando desde hace bastante tiempo. En el cuarto trimestre de 2008 claramente ha habido un movimiento hacia la informalidad", indicó Ernesto Kritz, director ejecutivo de SEL Consultores. El economista señaló que este cambio de tendencia no tiene una relación inmediata con la crisis internacional, sino con "los cambios que se están produciendo en el mercado de trabajo, como la desaceleración en la creación de empleo y algún aumento en la informalidad en el sector privado. Esa suba no se trata de que aumentó el número de empleadas domésticas".

Según su colega Jorge Colina, investigador jefe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), "a lo largo de 2008 el empleo en negro estaba en el orden de los 4,2 millones de personas, pero con este aumento, la cantidad de trabajadores no registrados estaría en 4,5 millones".

"Fue un aumento muy abrupto del empleo no registrado", destacó Colina, e indicó que "hay fundamentalmente factores locales" que pueden explicar este salto, aunque haya coincidido con el estallido de la crisis global. En cualquier caso, dijo, "es una señal de alarma porque en 2009 lo que va a suceder es que la gente que pierda su trabajo se va a volver a reinsertar en la informalidad, ya sea en el empleo en negro o en el cuentapropismo, por lo que es altamente probable que esta tasa siga creciendo".

Dato sospechoso
Ambos investigadores resaltaron que este aumento del empleo no registrado podría estar vinculado con otro dato que figura en el informe del Indec y que resulta menos congruente con el contexto de crisis económica: para el organismo oficial, en el último trimestre de 2008 volvió a crearse empleo en niveles llamativos. Así, mientras casi todas las economías del mundo comenzaron a destruir empleo sobre fines del año pasado, la Argentina, donde la creación de empleo se había desacelerado casi por completo, de pronto se transformó en una usina generadora de trabajo: la cantidad de empleos creados se multiplicó por 25 en sólo tres meses.

"No es consistente con todos los otros indicadores que hay -afirmó Kritz-. Después de cuatro o cinco trimestres de desaceleración de la creación de empleo, en el último indica que se habrían creado más de 250.000 empleos. No encuentro explicación al milagro este, porque los sectores líderes en la creación de empleo, como construcción e industria, muestran que hubo caída en el empleo. En el tercer trimestre daba que se habían creado apenas 10.000 empleos. Es muy sorprendente."

El especialista cree que en la realidad hubo un estancamiento en la creación de empleo. Y que la tasa real de desocupación, que el Indec ubicó en el 7,3% (dato adelantado por la presidenta Cristina Kirchner hace dos meses), "debe estar en realidad entre 1 y 2 puntos más arriba".

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