Pensar en incorporar al Código Penal la figura de mala praxis y subir las penas por el  delito,  es inadecuado, improcedente e inaceptable.

El error, por definición, es un acto involuntario, no intencionado, y existe en todos los ámbitos de la vida, también en el campo de la medicina, actividad de gran complejidad. 

Los profesionales de la salud no estamos preparados para enfrentar el error , aunque desde hace algunos años la bibliografía y los centros que más trabajan sobre la Calidad en la atención han comenzado a darle  visibilidad, a evitar que se oculten, en la búsqueda del aprendizaje con los mismos, para prevenirlos y evitar reiterarlos. Analizando la bibliografía, se observa que el 80% se produce por fallas en la comunicación, falta de liderazgo o de trabajo en equipo, falta de claridad en los papeles, entre otras. 

Y aquí, ante el evento adverso, se producen dos víctimas, el paciente y el profesional, quien se convierte en la segunda víctima. Nadie busca causar daño y afrontar esta situación es muy difícil.

En este contexto,  manifestamos  nuestra oposición al proyecto de Ley Nicolás por ser  anticonstitucional, pensar en incorporar al Código Penal la figura de mala praxis y subir las penas por el  delito,  es inadecuado, improcedente e inaceptable.

Cualquier persona que considere que ha sufrido una situación de mala praxis en la actualidad puede iniciar una demanda, ya que  se encuentra habilitado a través del art. 84 del Código Penal y  pueden  litigar sin costos quienes no cuenten con los recursos necesarios. Por otra parte,  la Ley 26.529 se refiere a los derechos de los pacientes y al acceso a la historia clínica digital. 

Asimismo, resulta inaceptable bajo todo punto de vista, la suspensión preventiva de la matrícula o un registro de los médicos que produjeron alguna mala praxis. Es ínfima la cantidad de errores en la práctica médica y mucho menor aún quienes tienen una sentencia por mala praxis, por lo que no tiene ningún sentido buscar endurecer los caminos legales. 

Los tiempos de la justicia y la violacion del principio de inocencia, llevarían a imposibilitar el trabajo del médico, como así también se debe  evaluar la posibilidad que la justicia rechace la demanda. En el caso del registro, incluiría a médicos que aún no tuviesen condena, y aún cumpliendo la misma quedarían en este registro, por lo que no tiene sustento de ningún tipo. 

Para finalizar, recordemos que los médicos somos trabajadores de la salud que debemos contar con los mismos derechos que todos los ciudadanos y que este tipo de propuestas son contraproducentes, no ayudan a disminuir los errores, al contrario, no incentivan el aprendizaje ni la mejora. Así también entendemos que hay situaciones de mala praxis que ameritan el rigor de la justicia, sin lugar a dudas. 

En estos tiempos difíciles, con la pandemia, los profesionales de la salud nos hemos abocado a la atención de todos los enfermos y muchos han dejado su vida. Así somos, así seguiremos cuidando la salud de las personas en un aprendizaje continuo.  No nos merecemos el camino del miedo y de la No justicia.

Mesa Ejecutiva

FEMEBA