Reportaje al doctor Aldo Neri

23 de Abril de 201311:11
El Instituto Virtual FEMEBA (IVF) dictará a partir del 13 de mayo el curso virtual "La consulta médica en contexto". Herramientas para la gestión clínica y sanitaria. FEMEBA HOY, edición digital habló con su director, el doctor Aldo Neri, sobre los objetivos del curso, la importancia de una formación con acento en lo colectivo y  los desafíos frente a la “persistencia de la magia en medicina”.

¿Cuáles son los objetivos del curso?


Aportar una serie de elementos, de criterios para enriquecer la práctica del médico general, también necesario en otros médicos. Pero principalmente el médico generalista, que trabaja en su consultorio, en un servicio de medicina general, en un centro de salud o en hospitales, está más inmerso que los especialistas en un área de la medicina, en la realidad familiar y social en que se inscribe su paciente y las personas allegadas al paciente.


¿Cuáles son los ejes centrales del curso?


Es importante una ampliación del punto de vista que tienen los médicos en su formación profesional. En ese sentido, el curso se desarrollará sobre tres ejes. Un eje importante es la validez del conocimiento médico. Reforzar la capacidad crítica del médico general sobre los instrumentos de diagnóstico o tratamiento que utilizan. En qué medida tiene validez científica y su proceso de diagnóstico y tratamiento responde a un enfoque predominantemente científico.


¿En el campo de la medicina, hay muchas cosas que por el momento no tienen una evidencia terminante y objetiva?


Es así. La validez que da la evidencia científica es no solamente un problema de los investigadores, es también un enfoque del médico práctico que analiza sus instrumentos de diagnóstico, de tratamiento y los relativiza también en la medida que no tenga evidencias completamente probadas.
Por eso, y ya en el segundo eje del curso, queremos darle al médico un conjunto de herramientas básicas para pensar en el fenómeno de salud y de la enfermedad no solamente como un fenómeno individual sino también como un fenómeno colectivo, social. Cómo se da la propensión a enfermarse de determinadas cosas, de acuerdo a cómo vive la gente, su nivel de ingreso, a la calidad de su alimentación, al trabajo, al nivel educativo. Digamos, todos los factores que son condicionantes sociales y ambientales del fenómeno salud o enfermedad. No se trata de transformarlo en un epidemiólogo, pero sí que pueda pensar y saber cómo ubicarse frente a los pacientes, a sus familias y no solo en términos de su acción curativa sino también de su acción preventiva porque conoce mejor los factores condicionantes.
El tercer eje es que nadie trabaja aislado aunque en la intimidad del consultorio se tenga esa sensación. La consulta médica se da en un sistema de organización, bueno, malo, perfecto o imperfecto, es otra historia, pero se da en un sistema. Hay que darle elementos al médico práctico para conocer mejor y entender el sistema en que su práctica está inscripta. Esto le permitirá adecuarse mejor, utilizar el sistema mejor y eventualmente ser un factor de cambio y mejoría en el sistema. No es un problema de especialistas o sanitaristas. Es también un problema del recurso humano que vive todos los días en los servicios de salud. La pretensión es proporcionar elementos para entender mejor el macrosistema de salud del país en su comparación con otros sistemas, los subsectores que lo integran y darle al mismo tiempo una visión no solo organizativa sino también en qué medida ese sistema satisface equitativamente necesidades sociales.


Algunos teóricos, pienso en Mario Bunge y su filosofía para médicos, no miran con simpatía la definición de una medicina basada en la evidencia. ¿Puede puntualizar el significado del término?


Bueno. Bunge es muy inteligente, tiene muchos aciertos pero le encanta demoler estatuas y a veces me parece que se excede un poco. De nuestra parte, pretendemos ayudar a educar al médico para que si no puede tener una evidencia absoluta, como en muchos terrenos no tiene la medicina, reduzca los márgenes de error. La medicina basada en la evidencia es la prueba científica de los procedimientos y los recursos preventivos o terapéuticos que utilizamos, aspecto deformado en la práctica médica por distintos motivos. En la medicina hay mucho “del me parece” o “en mi experiencia”. Suele decirse: yo utilice tal medicamento en tales enfermos y me fue bien. Esto no quiere decir evidencia científica. La evidencia científica surge de investigaciones muy regladas que no todos los procedimientos tienen. La otra puede ser intereses creados, algo muy claro en los medicamentos. Hay mucho medicamento utilizado de acuerdo a la difusión de su fabricante, siempre con una visión muy optimista. Si no caminamos hacia la mayor evidencia que podamos conseguir con nuestra capacidad, volvemos al impresionismo médico. El médico hace lo mejor que la medicina puede hacer en este momento del desarrollo de su conocimiento. La protocolización de muchas enfermedades es absolutamente indispensable, no se puede tratar a un diabético de cualquier manera. Ni hablar en el caso de la oncología y esto no quiere decir que no haya seguramente un margen de error importante en muchos casos, pero es menor que el actuar simplemente por la libre inspiración.


¿Podemos diagnosticar el fin del ojo clínico? ¿Se terminó la magia o tiene otras formas?


El ojo clínico siempre tiene importancia. La vieja semiología es todavía un componente muy importante. Hay médicos que se pasan para el otro lado: ni lo miran al paciente, ya tienen el listado de cosas para pedirles, laboratorio, ecografía. Yo lo llamaría una persistencia de la magia en la medicina. La magia de la nueva tecnología es la más peligrosa porque tiene, aparentemente, aval científico. Precisamente la pretensión de la medicina basada en la evidencia, es un rigor más crítico del progreso científico.


¿Podemos decir que el diagnóstico es una narrativa y el médico debe saber cómo escribirla y cómo interpretar los signos?


Por cierto: la vieja cosa de la medicina entre ciencia y arte. Probablemente la medicina siempre tenga un poco de arte, incluso por las influencias colaterales que ejerce solamente, y eso es muy evidente en la medicina general, la personalidad y el trato que da el médico a sus pacientes y a la familia. Hay una serie de cosas que no registramos pero que tienen influencia en el resultado de una actitud médica.
Y hablando sobre dicotomías, cómo trata el curso lo público y lo privado
El curso está pensado para el médico que trabaja en el ámbito público y privado. El sistema es único. En la práctica los médicos viven la fragmentación de su trabajo en distintos ámbitos porque el multiempleo es bastante frecuente. El médico a la maña está en el hospital, a la tarde atiende el consultorio de una obra social o está en su consultorio privado. No es lo mejor. Al contrario, no es bueno. Sería mejor que el médico pudiese centralizar su tarea en algún ámbito, pero es la realidad y la organización que tenemos. Se puede modificar aunque hasta el momento ha sido muy difícil.


¿A qué distancia estamos de formar médicos con más conciencia por lo colectivo?


Estamos lejos. Por eso la idea del curso es introducir algunos criterios de salud pública que por definición es salud colectiva. Con mucha frecuencia el médico tiene insuficiencias en su formación respecto de lo social o colectivo. No tiene que ser un especialista en esa cuestión. Otros lo harán y elegirán una maestría en salud pública, y dejarán de atender enfermos, o no. Pero deben tener un contexto, cuál es la realidad social, laboral y familiar de sus pacientes, ya que hay patologías de la abundancia y patología de la carencia. Mejorar todo esto, mejora la práctica individual y contribuye a ser un mejor médico.

RRHH banner
Agradecimiento a los Médicos
Revista Somos Medicos
Flicker
You Tube FEMEBA OFICIAL
Violencia
Nociones basicas
Normas Iram