Médicos Invitados

10 de Mayo de 201809:53
De izq. a derech. E. Bellera. E. Genaro. N. Echarri. E. Fino.
Los representantes de las Entidades Primarias General Paz, Adolfo Alsina, Tres Lomas y General Belgrano, Norma Echarri, Eduardo Fino, Enrique Bellera y Eduardo Genaro, participaron en la reunión de la Mesa Ejecutiva y del Consejo Directivo.

La doctora Norma Echarri es presidenta del Círculo Médico de General Paz. Nació en Ranchos. Estudió en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y egresó en 1996. Posee la especialidad en ginecología y obstetricia. Duda al momento de señalar falencias en su formación de grado. “Tuve la suerte de formarme en el hospital Evita, en Berazategui. Recién empezaba el sistema de residencias, que era por zonas. En La Plata había muchas aspirantes así que me fui para Berazategui, rendí examen y el 1º de junio comencé en la residencia y los primeros días de julio estaba operando. El hospital tenía cerca de 2500 partos anuales. Aprendí de todo. Lo bueno era el jefe del Servicio, un tipazo que nos enseñó mucho, pero nos exigía permanentemente. Me preguntaba qué haría de mi vida. Le respondía que volvería a mi pueblo y entonces repreguntaba, qué tenés en tu pueblo, tenés urólogo, tenés esto y lo otro. Te preparaba para todo”.

La doctora Echarri trabaja en el hospital con médicos jóvenes, en especial con los alumnos de la Práctica Final Obligatorio (PFO) de la UNLP. “Me ocupó de las especialidades básicas y coordino la parte de ginecología y obstetricia. A los médicos de reciente graduación los veo con una formación diferente. No tuvieron muchas prácticas hospitalarias, en cambio cuando éramos estudiantes vivíamos adentro del hospital. Lo dicen ellos mismos. Hay un paciente para 20 estudiantes”.

¿Qué opinión tiene sobre la forma en que los médicos de otros países pueden acceder a las universidades de la Argentina?
En mi época, la mayoría de los estudiantes de otros países eran peruanos. Fue durante la presidencia de Raúl Alfonsín. Me daban 10 pesos para vivir una semana, pero llegaba hasta el miércoles. Terrible. A ellos les giraban dólares.

¿Existía una mirada discriminatoria?

No, en mi caso. Tuve una buena convivencia. Pero no puede ser que el Estado Nacional otorgue a los extranjeros una formación de calidad y luego vuelvan a sus países. Nosotros retribuimos la formación gratuita que nos dan. El 40% de nuestros ingresos van a ese Estado. Los extranjeros vienen porque en sus países la educación universitaria es muy onerosa. Ahora se ven muchos estudiantes brasileros según me dicen los alumnos de la PFO.

¿Puede resumir el estado actual del trabajo médico en su Entidad Primaria?

El ingreso pasa por las obras sociales como el IOMA y OSPRERA, aunque sabemos cómo paga OSPRERA. El único efector es el hospital municipal. Ahí se atienden todos, con y sin obra social. El hospital adhiere a la carrera médica hospitalaria, aunque hay retrasos, reclamamos y los aumentos se pagan. En mi caso, también trabajo en el hospital de Chascomús, que adhieren de manera parcial a la Carrera Médica y es una lucha continúa porque promueven incorporarnos al Estatuto Municipal para”.

En tanto, el doctor Eduardo Fino es titular de la Asociación Médica de Adolfo Alsina. Egresado de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires, ingresó en la residencia de pediatría del Hospital Posadas y estuvo allí hasta 1982, cuando volvió a Carhué, su pueblo natal.

Opina que su formación “fue bastante intensiva y buena con un régimen muy exigente en la residencia, era lo habitual en ese momento, bastante inhumano, militarizado quizás. Eso nos llevó a una formación bastante intensa que nos permitió salir a la lucha con un respaldo importante. Lo malo de la formación, como dije, fue la similitud con la disciplina militar, aunque esa disciplina nos preparó bien. Teníamos que cumplir con trabajos científicos, aparte de nuestro trabajo de planta. Había mucha demanda, guardia de pediatría y neonatología”.

Si de las nuevas generaciones de médicos se trata, observa que “tienen otra mentalidad, una formación más light por decirlo de algún modo. La sensación es que las nuevas generaciones están un poco menos comprometidas con el trabajo. Es muy difícil encontrar médicos para cubrir servicios de emergencia y guardias, muchos se conforman con un trabajo estable de pocas horas y si económicamente les permite subsistir no aceptan otro tipo de trabajo más intenso o de mayor responsabilidad. Lo bueno es que son libres, privilegian su calidad de vida y su familia, por ahí nosotros teníamos otras necesidades. Hoy un residente si bien no gana un maravilla, la remuneración es mejor a la que percibíamos nosotros”.

De su experiencia, cuenta que pasó “por todas las funciones, de médico de guardia a médico de planta, no fui director del hospital, pero sí secretario de Salud municipal en 4 oportunidades”.

Finalmente, habló de la Entidad Primaria que preside. “La situación en la Entidad es buena, como es chiquita y tenemos solo dos empleados, económicamente estamos aceptablemente bien. En los últimos dos años incorporamos a 7 médicos, que para un total de 35, es importante. Las obras sociales con las que trabajamos son IOMA y prepagas, las de FEMEBA Luz y Fuerza, Aca Salud y dentro de los convenios directos, OSDE y OSECAC. El hospital Público es el único efector bastante moderno y actualizado en cuanto a la infraestructura. Se agregaron habitaciones y áreas de quirófano”.

El doctor Enrique Bellera es Presidente del Círculo Médico de Tres Lomas. En 1968 se graduó en la UNLP. “Trabajé un año en La Plata como cirujano pediátrico y luego me fui durante 8 años al pueblo de Espigas, a 81 kilómetros de Olavarría. Desde hace 43 años vivo en Tres Lomas, allí está mi familia. Para estudiar medicina elegí La Plata por cuestiones de comodidad y de costos”.

De su formación como médico recuerda la influencia del doctor Felipe Schaposnik, quien por entonces dirigía la sala tercera de clínica médica del hospital San Martín de La Plata. Schaposnik, además, fue Decano de Facultad de Ciencias Médica de la UNLP a y su trabajos marcaron un hito en la clínica médica. “Todo esto era lo bueno, trabajar con otro médico, recuerdo a Sergio Vázquez, pero lo malo fueron las dificultades económicas para mantener a un estudiante lejos de casa, a pesar de que mi padre farmacéutico”.

En cuanto a la relación con los médicos jóvenes reconoce que “el vínculo es bueno, soy el presidente del Círculo Médico, me reúno con ellos, porque la mitad de los médicos son jóvenes y ahí veo que falta semiología, no conocen, prefieren hacer estudios antes de una buena semiología. Claro que juegan otros factores como el temor a los juicios. En mi caso, con más de 40 años de médico, soy amigo de mis pacientes con todas las implicancias que supone esa relación”.

Los medios de comunicación dan cuenta de los estudiantes de otros países que estudian en la Argentina. ¿Cuál es su opinión?
En mi época había estudiantes de otros países. En la pensión vivían peruanos, colombianos y ecuatorianos. La relación era muy buena, sin problemas. En mi pueblo la mayoría de los médicos son del pueblo, que regresaron.

Le preguntamos por la situación de su Entidad Primaria. “Por ahora no somos extremadamente deficitarios. La colaboración de FEMEBA ayudó a sobrellevar los gastos. Tenemos una sola empleada, que es la secretaria y los ingresos provienen del IOMA, de jubilados y alcanza justo para sobrellevar los gastos”.

Del hospital público municipal cuenta que “la mayoría no trabaja por un sueldo, el que trabaja cobra la consulta y paga un porcentaje por el uso de la infraestructura y otras cosas. Pero está bien y hasta cierto punto es mejor, porque el que tiene ganas de trabajar va a atender a los pacientes de la localidad por medio de un sistema de salud de la Municipalidad para las personas carentes de recursos, son casi 2000 personas. La atención a los pacientes con obra sociales se hace en el consultorio”.

Para culminar, hablamos con el Presidente del Círculo Médico de General Belgrano, doctor Eduardo Genaro. Nació y se crío en General Belgrano. Estudió en UNLP y se formó luego de la graduación en el hospital San Roque, de Gonnet, un barrio cercano a La Plata donde está la República de los Niños. Egresó en 1986 y su especialidad es la clínica médica. “Mi formación fue una concurrencia, fue buena, incluso después trabajé dos años con un nombramiento en el Hospital San Roque. Como ya vivía en General Belgrano, iba y venía hasta que me quedé definitivamente en General Belgrano y dejé el nombramiento en el hospital de Gonnet. Las mejores experiencias se dan en los hospitales grandes, veníamos a pasar las guardias de los domingos, muchísimo trabajo, muy buena predisposición. Me dio experiencia, un hospital que en ese momento era mezcla de hospital de ciudad grande y de una zona, porque en ese lugar había muchas quintas todavía. Existía el médico de cabecera hasta en el hospital. Ya se vislumbraba el hospital grande que es hoy en día”.

¿Cuál es su visión de la formación de los médicos jóvenes?

En los médicos jóvenes la formación actual es buena, integral, pero siempre falta un poco, cuanto más reciente son las graduaciones a veces están más distanciados del interior, tienen el temor de ir a un lugar donde hay baja complejidad, que la problemática es la derivación a otros centros. En la formación actual no existe el compromiso que existía cuando nosotros nos recibimos en los noventa. Los médicos nuevos quieren trabajar con horarios, ser médicos de tal hora a tal hora y después evitar el compromiso, cosa que si te vas a un pueblo del interior es muy difícil, en los lugares pequeños te conocen y sos el médico las 24 horas del día.

¿De qué manera ve la discusión de los estudiantes extranjeros?

A nuestro país siempre vienen estudiantes de otros países. En mi etapa de estudiante, fines de los 70 y 80, les resultaba muy favorable el tipo de cambio. Los argentinos tenemos cierta arrogancia. Lo veía en mis compañeros de la Facultad. Discutíamos el tema en esa época y siempre defendí respetar los convenios que se firman con otros países y no podemos estar en contra de ellos. En todo caso hay que revisar esos convenios, tener un reordenamiento interno con ese tema, porque se quedan en las grandes ciudades y faltan en el interior, estudiar los convenios a ver si se los habilita, si pueden quedarse y debiera priorizarse a las ciudades pequeñas, en especial las que tienen menos pocos habitantes, quiénes son los que se fueron y qué carrera están haciendo y proponerles de acuerdo a la necesidad que haga falta. Pero si vos tenés una universidad que les puede dar oportunidad de formarse, creo que se están discutiendo cosas que están muy de la mano de la solidaridad, como la atención de salud de extranjeros. Mi concepción es que bienvenido sea si lo puedo curar, yo curo a seres humanos, no a nacionalidades, mientras se pueda, creo que son cosas que van muy de la mano de que a veces tenemos alguna tendencia xenofóbica y nos olvidamos de nuestro pasado”.

Hacia el final de la conversación da cuenta que en general las Entidades Primarias tienen problemas. “Mi Entidad atraviesa una situación difícil. Tenemos el trabajo a través de FEMEBA, y contrataos directos con algunas obras sociales. De igual modo, hay convenios como el de OSPRERA y OSECAC, pero en general los ingresos son escasos”.

Del hospital municipal, señala que respeta la carrera profesional hospitalaria de la Provincia, es muy buena la relación, todos trabajamos en el hospital. Con sueldo, cumpliendo horarios, generalmente guardias y consultorio.
 

 

 

 

 

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