Médicos invitados

09 de Marzo de 201809:55
Los representantes de las Entidades Primarias de General Pinto y Guaminí participaron de las reuniones de la Mesa Ejecutiva y del Consejo Directivo realizadas el 6 de marzo.

Humberto Caramés es Presidente del Círculo Médico General Pinto desde hace seis años, y miembro de su Comisión Directiva desde 2002. Originario de Diego de Alvear, Provincia de Santa Fe, estudió en la Universidad Nacional de Rosario, e hizo la Residencia en Medicina Clínica en esa misma ciudad. “Actualmente vivo en Iriarte, que queda a solo 20 kilómetros de mi pueblo natal, y en el medio está el límite provincial. Así que voy casi todos los fines de semana, tengo familia y amigos allá”.

Con respecto a la elección de la carrera, cuenta que se decidió por Medicina “porque siempre me gustó, de chico, y mi madre lo aceptó y me apoyó. Elegí Clínica pero en el pueblo hago más Medicina Familiar porque me gusta el contacto con la gente, más con los adultos y ancianos que con los jóvenes, siempre tuve más afinidad con ellos”. Asegura que no le interesa trabajar en una ciudad más grande: “tuve y tengo posibilidades, pero me gusta la tranquilidad del pueblo, el contacto con la gente, conocerlos, saber la historia clínica de cada uno sin tener que revisarla. Estoy a cargo de una sala, a la que va todo el pueblo porque es el único efector”.

Al referirse a la actualidad sanitaria del partido, se muestra positivo: “el panorama cambió mucho. Antes solo había una clínica, conformada principalmente por privados particulares que no querían reinvertir, solo retirar ganancias. Luego se abrió el hospital, en donde se hace de todo. Mejoró la atención en general del Partido ya que se ha invertido mucho dinero, hay mejoras, más especialistas, en eso el gobierno municipal se ocupó mucho. La clínica privada desapareció. El hospital funciona muy bien y se hacen obras constantemente. Está bien cubierta la complejidad”.

También se explayó sobre el conflicto que atraviesa el convenio con el IOMA. “Nos afecta mucho porque es la mayor obra social que tiene el partido, abarca a policías, maestros, empleados municipales. De todas maneras, los que estamos en una localidad chica tenemos mucha relación con los pacientes, no los dejamos de atender, no hay destrato, no cambia la relación cotidiana. Se le explica a la gente qué es lo que pasa, hay cartelería, además la población ya está informada por las noticias, las redes sociales. Así que no hubo grandes conflictos, más que algunas derivaciones que demoran más”.

Osvaldo Velásquez nació y creció en Guaminí, donde hace cinco años que dirige la Asociación Médica. Se mudó a La Plata para estudiar en la Universidad Nacional y se recibió en 1997, tras lo que se especializó en Cardiología en el Hospital Aeronáutico de Buenos Aires. En 2002 volvió a su Guaminí natal. Se casó con una pediatra y tiene dos hijos.

“Elegí esta carrera principalmente por un profesor de biología que tuve en el secundario, el doctor Ledesma, que siempre nos daba clases mucho más interesantes y mechaba con cosas de medicina. Me empezó a gustar y cuando me faltaba poco para terminar el secundario decidí que iba a estudiar Medicina” comenta Velázquez. Y agrega: “casi al final de mi carrera elegí Cardiología, quería una especialidad que tuviera un poco de urgencia pero también un poco de consultorio, que no fuera tan crítica como terapia intensiva pero tampoco monótona. Cardiología combina bien eso. Igual en el pueblo hago de todo, mucha Clínica también”.

En el mismo aspecto, cuenta que siempre tuvo decidido volver a Guaminí “o a algún pueblo del interior. El doctor Abdala, que coordinaba una terapia en la que yo trabajaba, me recomendó que si iba a volver, lo hiciera al terminar la residencia, ya que después uno empieza a agarrar trabajos y lo va postergando. Y así lo hice. Aunque la facultad fue una muy buena experiencia, hice muchos amigos, la mayoría del interior también, y muchos amigos extra facultad.”

Luego se extiende sobre la actualidad del trabajo médico en su partido. “Lo más complicado que estamos atravesando es la escasez de médicos que se quieran radicar. Vienen especialistas de ciudades aledañas, pero no médicos que quieran vivir aquí y estar en el Hospital y hacer Guardias. Vemos que cuando se publican ofertas ni siquiera se postulan, ni preguntan cuánto se cobra o las condiciones, no quieren tomar esa decisión de vida. Los jóvenes que se fueron a estudiar medicina no regresan. Tanto en Guaminí como en Casbas y en Bonifacio es una situación crítica que conlleva el desgaste de los que estamos”. Con respecto al conflicto con el IOMA, asegura que es una situación cotidiana: “esto es así, hoy estamos al día con PAMI, se nos atrasa otro, cuando paga bien el IOMA, PAMI se atrasa”.

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