Metformina en el tratamiento de la diabetes tipo 2

07 de Febrero de 201711:51
La última edición de Folia Doc revisa el papel primordial de la metformina dentro de la variedad de nuevos y antiguos tratamientos hipoglucemiantes para la diabetes mellitus tipo 2.

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) representa alrededor del 90% de los casos de la enfermedad, y su prevalencia está creciendo en todo el mundo en paralelo con el aumento de la obesidad. En Argentina, la proporción de adultos de ambos sexos con sobrepeso y obesidad se ha incrementado, pasando de 49% en 2005 a 57,9% en 2013, y la proporción de pacientes con DM2 por su parte, aumentó de 8,4% a 9,8% en el mismo período.

Esta revisión se enfoca en el papel de la metformina como medicamento de primera elección dentro de los medicamentos hipoglucemiantes para el tratamiento de la DM2.

La prevención de las complicaciones cardiovasculares es el resultado potencialmente más importante del tratamiento de la DM2. Las pruebas disponibles sugieren que estas metas son alcanzables con metformina, razón por la cual se la recomienda como medicamento de primera elección en las guías de práctica clínica nacionales e internacionales actualizadas a 2016, así como en las revisiones sistemáticas más recientes sobre el tema.

Otros fundamentos que ubican a la metformina como fármaco de primera elección en DM2 que requiere tratamiento con hipoglucemiantes incluyen la larga experiencia de uso acumulada, su baja tendencia a producir hipoglucemia o ganancia de peso, la posibilidad de combinarla con fármacos de todas las otras clases de hipoglucemiantes, la comprobación del riesgo extremadamente bajo de acidosis láctica, la posibilidad de utilizarla aún con deterioro leve a moderado de la función renal, y el bajo costo del tratamiento.

Para minimizar las molestias digestivas se propone iniciar el tratamiento con dosis bajas y aumentar gradualmente hasta una dosis de 850 a 1.000 mg dos veces al día. Si aparecen molestias digestivas se vuelve a la dosis previamente tolerada. No se espera beneficio adicional con dosis mayores a 2.000 mg/día.

Debe resaltarse que para lograr una reducción efectiva del riesgo cardiovascular del paciente con DM2 es esencial enfatizar el plan de alimentación saludable, el aumento de actividad física y la cesación tabáquica, junto con el tratamiento apropiado de la hipertensión arterial y de la dislipemia.
 
El documento completo puede consultarse en la página de la Fundación FEMEBA haciendo click aquí

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