Médicos invitados

10 de Noviembre de 201613:22
Izq. a der. Salgado, Neffen y Gómez. De las entidades de Suipacha, Pergamino y Daireaux

El martes 8 de noviembre sesionó la Mesa Ejecutiva y el Consejo Directivo. Fueron invitados el presidente de Círculo Médico de Suipacha,doctor Carlos María Salgado y de las Entidades Primarias de Pergamino y Daireaux,  los doctores Eduardo Neffen y Jorge Augusto Gómez en el marco del Programa de incorporación del Médico Joven.

 

Reflexiona sobre el protagonismo de su generación y el papel de la medicina social. “La medicina tenía un carácter más privado y el médico trabajaba en el hospital como un servicio a la comunidad. Entre los años 60 y 70, el médico empezó a depender de entidades sociales como las mutuales y de centros que contratan al médico para que trabaje al gusto del contratante. En la actualidad el médico es un empleado cautivo de las obras sociales y tiene un desprestigio  muy importante en la sociedad. Por ejemplo, vemos las constantes agresiones a los médicos y a todo el equipo de salud. Insisto, el médico perdió toda la jerarquía y sobrevive con múltiples trabajos. Unas horas en el hospital, guardias, consultorios, para cubrir lo necesario. Pero de esta manera la profesión médica genera reacciones  en los médicos jóvenes, quienes se desvinculan de cualquier tipo de preparación académica porque, dicen, no me sirve para nada. Se desvinculan del compromiso que tienen con los hospitales porque no les pagan. Para muchos médicos jóvenes si no hay remuneración no hay medicina y es consecuencia de esa socialización tan masiva que postergó al médico y se transformó  en un problema grave que vemos en la salud de la población”.

Cuenta que “en Suipacha la atención quedó a cargo del hospital, es una ciudad invadida por médicos golondrinas, están unos meses. Se quedan o se van por otros caminos. Médicos que no tienen lugar en sus propias localidades. Médicos a los que no les pagan y se dedican a la medicina libre. Esto provocó que no haya una radicación de médicos en Suipacha. Quedamos los más grandes y los pocos jóvenes que regresaron buscan otras actividades para complementar. Perdimos la política de radicación. En el Círculo hay 12 médicos, de los cuales 6 tenemos más de 50 años. Los más jóvenes como hacen guardias en Mercedes, Chivilcoy, no tienen tiempo, hacen actividades para sobrevivir. No veo estímulos para que se radiquen médicos. Además del drama que tenemos por ser esclavos de obras sociales que pagan lo que quieren cuando quieren y como quieren, y las instituciones como FEMEBA, tienen la mejor voluntad pero no pueden hacer mucho frente a las obras sociales”.

Por otra parte, entrevistamos a Eduardo Neffen, médico joven y vocal de la Asociación Médica de Pergamino. Estudió en la Universidad Nacional de Rosario. Se especializó en Anatomía Patológica en el CEMIC de Buenos Aires donde fue residente; después, regresó a vivir a su Pergamino natal.

Subraya que “un 50% de los médicos jóvenes regresan a Pergamino, sobre todo desde la apertura de las residencias en el Hospital Interzonal General de Agudos de Pergamino. Gente de ciudades aledañas u otros lugares que hacen la residencia acá. No tengo una buena visión con las residencias al menos dentro del hospital de Pergamino, porque en este momento si bien hay áreas bien organizadas y buenas intenciones, especialmente por parte de los jefes de servicios, no hay una organización, ni una estructura, ni planificación para que se desarrollen residencias con alto nivel académico, considero que tiene más que ver con una necesidad de cubrir puestos de trabajo a bajo costo”.
A su modo de ver el nivel formativo de los médicos recién graduados no es el que considera necesario para luego poder desarrollar su especialidad. “No hay infraestructura, el que accedió a los mejores puestos y pudo elegir y tuvo la opción de hacer residencias en lugares serios o en los mejores lugares, se da cuenta el terrible déficit que hay en muchos de estos lugares que claramente tiene que ver más con una cuestión de poder conseguir médicos que atiendan guardias y atiendan urgencias, que con un objetivo de capacitación. Hay que jerarquizar la profesión médica. Son políticas que tendrían que surgir desde el Estado. Hay muchas especialidades que siguen formando gente y los cupos ya están llenas mientras que otras no tienen personal para cubrirlas. Al no haber una formación jerárquica se logran resultados que no son los esperados, médicos que quisieron formarse y terminaron deformándose en algunas áreas. Hay como una indiferencia por parte de los médicos hacia muchas de las instituciones que nos representan. Es un cambio de pensamiento y de cultura por parte de los médicos jóvenes, probablemente también a las instituciones nos cueste integrarlos, hacerlos formar parte, una combinación de cosas que hace que los médicos jóvenes no se terminen incorporando. El Círculo Médico los invita, no niega el acceso a nadie, pero la sensación es que muchas veces se acercan, no encuentran respuestas rápidamente y por eso claudican, poca paciencia y baja tolerancia a la frustración, si no es ya, no lo bancan. Cuando uno tuvo la suerte de haber tenido ejemplos que persistieron e insistían independientemente de un montón de frustraciones, cuando uno vio que esa gente hizo un esfuerzo enorme para lograr eso, lo toma distinto. Los médicos jóvenes quieren las cosas ya, y la cuota de esfuerzo que están dispuestos a aportar son insuficientes. Los médicos más grandes puede ser que también hagan difícil la transición, hacen pesar demasiado la experiencia y no dejan que las cosas sean más abiertas”.

Finalmente, hablamos con Jorge Augusto Gómez, quien nació en Arboledas, un pueblo de 700 habitantes a 45 kilómetros de Daireaux. Se mudó a La Plata para estudiar en la Universidad Nacional, hizo la residencia en Cirugía General en el Centro Gallego de Buenos Aires. “Tuve dos becas en coloproctología. Una en San Pablo y Santiago de Chile. Volví a Buenos Aires para hacer la subespecialidad en coloproctología en el hospital Británico de Buenos Aires. Después me fui a España por otra beca de la Universidad de Cantabria de Santander y luego por una decisión de pareja, volver al lugar donde nació, de alejarse del estrés e inseguridad de las grandes ciudades y de acercarme a la familia, y de una oportunidad que había abierto la municipalidad, hace casi 5 años volví y empecé a desarrollar mi actividad quirúrgica en Daireaux. Al mismo tiempo, trabajo en el hospital San Carlos de Bolivar, en alta complejidad. En Daireaux hago cirugía general, guardias, soy médico forense y atiendo en un Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS).

Respecto a su modo de ver y analizar la convocatoria, responde que fue “invitado por el doctor Cobián. Desconocemos cosas y sin embargo opinamos.  Tengo interés en aprender en conocer y en aportar desde el lugar que me toca, desde mi experiencia tratar de mejorar a los que vienen. En el CM nos conocemos todos. Hay algunas especialidades que faltan, como toda ciudad chica no se puede cubrir todo, la realidad de un hospital de alta complejidad a una ciudad chica cambia mucho, es muy difícil, los mecanismos y tiempos son otros, es un período de adaptación que cuesta. El Círculo Médico abre las puertas a los médicos jóvenes que vuelven y quieren participar. Hoy no participo en el Círculo Médico, creo que tienen prioridad los que estuvieron antes que yo, creo que es un período. Ahora abrieron una residencia de medicina familiar para el próximo año. En mi experiencia, por lo que veo en Bolívar, los cargos de residencia en la provincia de Buenos Aires se cubren cada vez menos. Si uno hace una concurrencia gana más y tarda menos pero las formaciones son distintas, yo creo que la única forma de acreditar la especialidad es con una residencia”.
 
 

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