Darío Ordinas es Presidente del Círculo Médico Carlos Casares hace tres meses. Nacido en Banderaló, pueblo de 1.300 habitantes del partido de General Villegas, se mudó a la capital provincial para estudiar en la Universidad Nacional. Luego se especializó en Ortopedia y Traumatología en el Hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora, y tras trabajar por un tiempo en distintos puestos de ese partido, recayó en Carlos Casares por cuestiones laborales. “Siempre tuve la idea de irme a trabajar al interior de la provincia. Estoy radicado en Carlos Casares hace diez años y la verdad que muy contento.

Con respecto al panorama sanitario del partido, Ordinas nos cuenta que hay un hospital público que desde hace algunos años ha mejorado mucho, tanto en cuestiones edilicias como en equipamiento. “L o que está faltando es recurso humano, es difícil que los médicos quieran ir a radicarse allá, a una ciudad chica, y sin clínicas privadas. Somos pocos los médicos y es difícil atraerlos. Hace poco se radicaron tres médicos jóvenes, todos oriundos del partido. Donde más se nota la falta es en las guardias, no se cubre la demanda”. Ordinas destaca que uno de los desafíos que asumió al ser electo fue convocar a los médicos más jóvenes a que se acerquen al Círculo. “La idea es tener un lugar donde dialogar y ver las problemáticas de cada uno, para tratar entre todos de solucionarlo. Además, estamos avanzando con la idea de hacer consultorios en la entidad, ya que la mayoría de los médicos alquilamos, y de esta manera haríamos mucho más simple y económico el acceso”.

Ordinas menciona que en estos meses de gestiones notaron que cerrar convenios directos a buenos valores les está siendo muy difícil. “Vamos los valores con los que cierra FEMEBA sus convenios, y quisiéramos eso para nuestros convenios locales”, explica.

El doctor Adrián Roccioppo es médico recibido en la Universidad de Buenos Aires, ciudad a la que se mudó a los 18 años junto con su familia. Tras recibirse, hizo la residencia en Cirugía en el Hospital Militar de Campo de Mayo. “Estaba definido que tras terminar mis estudios y especialización, volveríamos a vivir nuestro Henderson natal”, comenta.

Roccioppo menciona que, como fue su caso, están regresando muchos médicos jóvenes que se fueron a estudiar medicina a los polos urbanos. “No sé si por cuestiones de principios o por la inseguridad de los grandes ciudades, les resulta en un estilo de vida muy complejo. Así y todo, en los pueblos chicos no es fácil cubrir algunas especialidades, se ocupan las básicas y las demás suelen ser cubiertas médicos especialistas de otras localidades que asisten una o dos veces por semana”, concluye el doctor.

Amílcar Presta está ejerciendo su segundo período como Presidente del Círculo Médico Verónica, pero con un intervalo de tiempo importante entre ambos mandatos, ya que en 2005 fue elegido Concejal y por cuestiones de tiempo, tuvo que optar por no continuar a la cabeza de la entidad. “Seguí siempre participando de la comisión y como socio. El año pasado decidí regresar. Quiero mucho a la institución porque fui uno de los iniciadores”.

Recibido en la Universidad Nacional de La Plata, se especializó en Tocoginecología en el Hospital Gutierrez. “La especialidad la hice cinco años después, primero me quise formar un poco más en el trabajo en mi pueblo. Acá es una medicina totalmente personal. El problema es que somos pocos médicos, apenas dos obstetras, yo de 57 y mi colega de 65. Tenemos un problema con especialidades críticas, sobre todo con obstetricia, pediatría, neonatología y terapia. Es muy difícil conseguir recambio, sobre todo en un lugar con el nuestro, en el que no hay complejidad, no hay estructura, estamos acostumbrados a darnos maña. Los médicos más jóvenes están acostumbrados a trabajar con toda la complejidad a sus espaldas. Nosotros estamos solos, es difícil”.

El doctor Leonel Blanca tiene 40 años y comenzó a participar de la Agremiación Médica hace un año y medio. Primero como vocal, ahora como protesorero y también en la nueva Comisión de Cultura. Recibido en la Universidad de Buenos Aires, hizo la residencia en Clínica Médica en el Hospital Evita de Lanús y luego una segunda residencia, en Neurología, en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires.

Blanca menciona que no tenía interés gremial en particular. “Nos conocíamos con la gente de la Agremiación de vista y un día muy amablemente me convocan, me asomo y me interesó mucho. De a poco uno se va metiendo cada vez más. Tuve un buen acercamiento, la suerte de que las nuevas propuestas son bien recibidas por parte de los directivos”. En cuanto a sus colegas jóvenes, opina que están alejados de lo gremial en general por cuestiones generacionales. “Noto un desinterés casi generalizado, y cuanto más joven el profesional, más agudo el desinterés. Desde la Agremiación hacemos cosas para seducir al médico joven, hace más de un año abrimos consultorios dentro de nuestro edificio apuntados a los nuevos médicos y se cobran muy económicos, como para que el que esté arrancando pueda acercarse. Además, a través de la Subcomisión de Cultura se convoca a los médicos jóvenes para que acerquen sus proyectos e inquietudes. Una rueda que está recién comenzando a girar pero con visión de futuro”.

Con respecto a las situaciones de violencia, Blanca dice que no las vive puntualmente por trabajar en hospital público. “Desde 2002 se viene escuchando acerca de las situaciones de violencia que viven los médicos y nunca se hizo nada. La situación obviamente va creciendo, queda a cargo del médico su propio cuidado y defensa. Imagino que es una de las cosas que cada vez hace más difíciles convocar a médicos para el sector público”.

El doctor Carlos Dall’asta se recibió en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en Cardiología en el Instituto Cardiovascular de la misma ciudad. Actualmente es Jefe de Unidad Coronaria del Centro de Alta Complejidad de Presidente Perón, Malvinas Argentinas, y Subdirector de la carrera de Especialista en Cardiología Clínica de la UBA.

“Es la primera vez que vengo a reuniones que tienen que ver con FEMEBA o la Asociación Médica. No es que no me interese acercarme, pero mis cargos implican mucha carga horaria, mi unidad coronaria tiene 45 camas. Ahora estoy buscando tomar contacto con algo que nunca tuve para ver de qué se trata, para ver de qué manera se puede aportar algo. Estoy a cargo de muchos médicos en un sistema de salud enorme, y podría dar a conocer y transmitir la importancia de pertenecer a una federación médica, a una entidad primaria, todas cosas que en la facultad no se aprenden y que los médicos realmente no conocemos, y cuando nos recibimos y salimos a trabajar, este desconocimiento nos puede llevar a tomar decisiones de trabajo equivocadas”.

Dall’asta menciona que Malvinas Argentinas es una localidad que tiene importantes problemas de inseguridad. “Al ser una unidad coronaria no nos pega de lleno, pero la terapia intensiva de nuestro centro es enorme y es un problema de todos los días. Es un municipio que trabajó mucho en prevención, cámaras de seguridad, policía local, pero siempre hay mucho por hacer y no se hizo todo lo que se necesita. Es un municipio muy pobre y con muchas necesidades”.