Sobrepeso y obesidad

24 de Agosto de 201603:50
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Para identificar su presencia en niños y adolescentes de hasta 19 años se comparan el peso y la talla medidos con las tablas apropiadas a su sexo y edad.

A nivel mundial, se estimaba en 2014 que unos 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. Aunque tradicionalmente se consideró un problema propio de países con ingresos altos, actualmente hay un rápido aumento de exceso de peso infantil en los países de ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos.


La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud es el único estudio realizado en la Argentina con medición del índice de masa corporal en muestras de niños de 6 meses a cinco años de edad, representativas de cada provincia. En este estudio, realizado en 2004-2005, el porcentaje de niños y niñas con sobrepeso y obesidad fue de 10,4%, con una variación desde 4,7% en el Chaco hasta 13,3% en la provincia de Santa Fe.

Pasando la etapa de la primera infancia, la Encuesta Mundial de Salud Escolar de 2012 estudió niños y niñas de 13 a 15 años de edad, y encontró en la Argentina un 28,6% de sobrepeso y un 5,9% de obesidad. Sólo el 17,9% de los chicos estudiados recibía las 5 raciones diarias recomendadas de frutas y verduras, pero en cambio el 48% informaba consumir bebidas azucaradas al menos dos veces al día.

¿Cuáles son las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?
La obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Más de dos tercios de los niños y adolescentes que presentan sobrepeso entre los 10 y 14 años serán luego adultos con obesidad.

Por otra parte, además de estos mayores riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.

¿Qué causa el sobrepeso y la obesidad?
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial ha ocurrido lo siguiente:
  • un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa
  • un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización. Además, tanto para niños como para adultos, la cantidad de horas diarias pasadas frente a las pantallas de televisión, computadoras o juegos electrónicos se asocia claramente con el exceso de peso corporal.
Actualmente, la alta disponibilidad de alimentos procesados hipercalóricos, poco nutritivos, con alto contenido de grasas, azúcares y sal, unida a la agresiva promoción publicitaria –particularmente aquélla dirigida a los niños– produce un progresivo alejamiento de la población respecto de las pautas saludables de alimentación y actividad física. Si bien la ingesta calórica total en la infancia no se ha modificado sustancialmente, la composición de la misma ha variado a expensas de las calorías provenientes de las grasas y los azúcares simples.
 
¿Cómo se puede modificar esta tendencia mundial?
El importante incremento de la prevalencia de obesidad en niños y adolescentes, las complicaciones del sobrepeso/obesidad para la salud y la mayor tendencia a continuar con sobrepeso u obesidad en la vida adulta hacen que la prevención de la obesidad sea la alternativa de elección y la estrategia más eficaz para detener el avance de la epidemia.

Durante los primeros años de vida del niño, la prevención podría ser más efectiva por ser un momento vital en el que resulta más fácil instalar hábitos saludables.

La OMS publicó a comienzos de 2016 el informe “Acabar con la obesidad infantil”, en el que plantea seis pilares estratégicos para frenar y revertir la epidemia actual. Estos son:

1)      Aplicar programas integrales que promuevan la ingesta de alimentos sanos y reduzcan la de alimentos malsanos y bebidas azucaradas entre niños y adolescentes.
2)      Promover la actividad física y reducir los comportamientos sedentarios en niños y adolescentes.
3)      Integrar las pautas para la prevención de enfermedades no transmisibles en la atención pregestacional y prenatal, a fin de reducir el riesgo de obesidad infantil.
4)      Ofrecer apoyo al establecimiento de una dieta sana, pautas de sueño y actividad física durante la primera infancia, a fin de que los niños crezcan en forma adecuada y adquieran hábitos saludables.
5)      Promover entornos escolares saludables, y conocimientos básicos en materia de salud y nutrición y actividad física en niños y adolescentes en edad escolar.
6)      Ofrecer a los niños y adolescentes con obesidad servicios integrales para el control de peso corporal centrados en la familia y en la modificación del tipo de vida.
 
Para más información:
Ministerio de Salud de la Nación: Sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes. Orientaciones para su prevención, diagnóstico y tratamiento en Atención Primaria de la Salud. Ministerio de Salud de la Nación (2014)
 
Organización Mundial de la Salud: Informe de la Comisión para acabar con la obesidad infantil
 
Martín Urtasun para FEMEBA Hoy

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