Médicos de Mi Provincia: doctor Francisco Atondo

31 de Mayo de 201612:14
Francisco Atondo nació en Villa Regina, alto valle rionegrino. Inscripto en la Federación Médica desde 1980, a través del Círculo Médico de Chascomús, egresó de la Universidad Nacional de La Plata en 1979 y se especializó en anestesiología. 

¿A sus 65 años, qué experiencia puede transmitirle a los médicos jóvenes?
Es imprescindible abocarse con intensidad a la carrera y hacerlo con responsabilidad y sensibilidad social pero como dicen no solo de medicina vive el médico.
 
¿Por qué?
Esto no es absoluto ni pretendo ser el dueño de la verdad pero una encuesta personal sobre 16 médicos jubilados que tuvieron actividad paralela a lo estrictamente profesional y siguieron con su vida normal, hoy son los colegas de mayor edad y están mejor.

¿Y los otros?
Quienes trabajaron entre 10 ó 12 horas por día como médicos y sin actividad paralela hoy están muy mal.

¿Realmente es así...?
Estoy convencido.

Recuerda que en 1971, en su primer año como estudiante de medicina,  “cambiaron al Decano de la Facultad de La Plata y no hubo más curso de ingreso y éramos 5500 alumnos. Durante ese primer año y con el mundo por delante me animaba a todo y un día un compañero de Chivilcoy preguntó si quería realizar un curso de técnico anestesiólogo. A mí me daba lo mismo eso que anotarme para un curso de piloto de avión y por supuesto le dije que sí, lo hicimos y obtuve el certificado.

¿Y esa invitación de su amigo lo marcó profesionalmente?
Ni más ni menos. Por ese curso se me abrieron muchas puertas y conocí a muchos médicos.
Cuando cursaba tercer año me invitaron para trabajar en la guardia del Hospital de Gonnet. Ahí conocí al doctor Simón, jefe de Anestesia quien me ofreció y acepté entrar como técnico del servicio.

¿Mucho tiempo en ese Hospital?
Fueron maravillosos 14 años, hasta que renuncié en el 89 porque ya vivía en Chascomús y me agotó viajar durante 8 años.

¿En qué año se recibió de médico?
El 16 de mayo 1979. El curso universitario lo hice en el Hospital Italiano de Buenos Aires y concluí la especialidad en el 81. Luego me casé y desde entonces vivo en Chascomús donde conocí el golf un deporte que me atrapó y por el que siento pasión y con esto vuelvo al concepto inicial de la charla. El golf me ha demostrado lo importante que es tener otra actividad paralela, cualquiera que ella sea, deportiva, social política y sobre todo cuando llega el momento de tomar la decisión de jubilarse.

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