Siempre me gustó el mundo del cine y del teatro. Todo empezó hace cuatro años. Me pidieron mi casa para filmar una escena de una película de producción local y que actuara un pequeño papel. Lo hice con todo gusto. Quedé fascinada con la experiencia. Cuando al poco tiempo recibí un correo electrónico del Círculo Médico de Campana, convocando a un taller de teatro para los médicos y sus hijos mayores de 18 años, me dije,  esto es lo que yo quiero. Y por supuesto fui de las primeras inscriptas y ahora estoy entre los nueve del actual elenco estable del grupo de taller de teatro. Me apasiona. Cada vez me interno más en los vericuetos de la actuación. Es una actividad que no dejaré jamás.

Cada vez encuentro más puntos en común. La medicina y el teatro son dos caras del arte. Los médicos tenemos cierta aptitud para lo social, por algo elegimos esta profesión. La sensibilidad y el conocimiento de los grupos sociales y sus sufrimientos o alegrías, nos ponen a los médicos en buen camino para desarrollar un hecho artístico. Llevar la práctica médica al terreno, donde se necesita, para mejorar el desarrollo de los chicos en edad escolar. La camaradería hace muy grato el trabajo médico. Por ejemplo, cuando vamos con un equipo a las escuelas primarias de la zona a pesquisar y tratar problemas visuales, tarea que desarrollamos desde hace cinco años con el equipo de salud comunitaria en conexión con el Programa Nacional de Salud Escolar (ProSane). Al mismo tiempo, en el teatro, es indescriptible la sensación cuando recibís el calor de la gente al bajar del escenario.

Soy médica oftalmóloga. Me encanta mi especialidad. Creo que elegí bien. Amo mi trabajo como médica. Estudié en La Plata, hice mi especialidad en el servicio de Oftalmología del Policlínico San Martín de esa ciudad. Ahora trabajó en el Hospital San José, en mi consultorio privado y en un par de clínicas de Campana, que es el lugar donde nací.

Me gustaban casi todas las espacialidades. Elegí la oftalmología por consejo del doctor Clemente Raimondi, un amigo y colega. Entonces me fui al Hospital San Martín, el "poli,  de La Plata. Hablé con el jefe de Servicio, el doctor  Raúl Méndez, a quien por su bondad le decía cariñosamente Pan. Me corrigió cuándo al presentarme pregunté, ustedes necesitan un concurrente. Me dijo: "Nosotros ofrecemos un cargo a un concurrente. Usted nos necesita a nosotros doctora”. Luego de unos años nos reímos mucho con esa conversación.

Marafiotti es madre de cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Tres de ellos estudian en la universidad y un varón terminará el colegio secundario este año. De su adolescencia recuerda que “a los 15 años me mudé a Bahía Blanca por trabajo de mi padre, que es Ingeniero Químico y trabajó toda su vida en la empresa Esso (Axión). Más tarde lo trasladaron a Miami. Yo había comenzado el curso de ingreso a medicina y me quedé para cumplir el sueño de ser médica, un sueño que me acompañó desde la niñez”.

 

 

A la compañía de teatro la dirige el profesor Javier Marizaldi. En el primer año presentamos improvisaciones propias. En el segundo "El Oso", una obra del dramaturgo ruso Antón Chéjov, que fue también médico. Y desde el año pasado estamos con "Identidad", de Daniel García Molt, un guionista que escribió esta pieza para la Televisión Pública. Nosotros se la pedimos para adaptarla a una puesta teatral. De esto se encargó nuestro director, quien eligió muy bien porque la obra lleva ya varias presentaciones en la ciudad, con muy buena respuesta del público. En mayo la presentamos en Villa Elisa, partido de La Plata. En “Identidad” soy una abogada de las Abuelas de Plaza de Mayo en busca de sus nietos apropiados o dados en adopción como NN en la época de la dictadura. Y también es una nieta encontrada por ellas. La historia  trata de contar las sensaciones de estos jóvenes al enterarse de su verdadera identidad. También saldrá al aire por una FM local, un Radioteatro que grabamos en marzo y se encuentra en proceso de edición. El autor, Osvaldo Croce, convocó a un puñado de actores y me contactaron para un personaje muy grato. En esa historia soy una mujer universitaria muy inteligente y atractiva.

César Mc Coubrey. Para FEMEBA Hoy