Impuesto el doctor Horacio Leandro Rodríguez de la entrevista y de que quién firma la nota es dorreguense, fue inevitable hablar aunque someramente del hecho histórico del que fueran protagonistas nuestro prócer, el Cnel. Manuel Dorrego y su querido pueblo de Navarro que lo vio morir, allá por el 13 de diciembre de 1828, marcando un hecho histórico y bisagra en la historia argentina.

¿Naciste en Navarro?
No. Nací en Buenos Aires el 24 de abril de 1976 y viví hasta 1980 y luego en la ciudad de Moquegua partido de Chivilcoy donde papá decidió radicarse por trabajo. En el año 82 mi padre recibe una propuesta laboral por quien en aquel entonces era el intendente de Navarro y decide radicarse definitivamente en su ciudad natal y a la que le dedicó 30 años de su vida.

¿Pero Navarro es tu pueblo?
Este es mi pueblo del corazón donde pasé toda mi infancia y etapa escolar. Hice mis estudios primarios en la escuela Nº 1 Coronel Dorrego para luego continuar mi bachillerato en el instituto San Lorenzo Mártir.

¿Sos médico por influencia paterna?
Soy médico por genética. Mi abuelo (Rogelio Francisco) también lo era y amo y amaré el ser Médico y les pido a mis colegas que honren esta bendita profesión, que honren el ser Médico.

¿Viven tus padres?
No. Mi mamá, Silvia Ester Femia, falleció en 1985 y papá, Horacio Raúl, en el 2012. Tengo 2 hermanos de sangre Natalia Mariana de 37 años y Mariano Raúl de 34 años, y una hermana del corazón (Isabel Roa) de 41 años adoptada por mi padre luego de fallecida mi madre.

¿Nombraste a tu madre y te conmoviste?
Yo tenía tan solo 9 años cuando la perdimos producto de una enfermedad oncológica. Para mí fue un quiebre emocional tremendo.

¿Costó reponerte?
Mucho. Gracias al apoyo de mi padre y mi abuela materna Dibi Atrip de Femia pudimos, junto a mis hermanos, sobrellevar tremenda pérdida.

¿De qué manera repercutió una enfermedad tan cruel como la que afectó a tu madre?
Desde chico me fije como meta ser médico porque, como te dije, lo llevo en los genes; porque ninguna profesión es tan noble; porque admiré mucho a mi padre y porque me propuse como él "salvar vidas" y fundamentalmente que para que ninguna otra persona se muriese de cáncer tal como le había sucedido a mi madre. Por eso yo iba a estudiar para curar a todos.

¿Donde estudiaste y de qué manera continuó tu carrera?
Hice todos mis estudios y me recibí en el 2003 en la Universidad privada “Fundación Barceló”. Conseguir la residencia fue algo por demás complejo y elegí la residencia en medicina interna. Un poco quizás inconscientemente por la admiración a mi padre ya que era su especialidad y por otra parte porque creo que el medico clínico/ internista es el eslabón fundamental para llegar a los diagnósticos de las diferentes patologías.
 
¿Dónde y cómo continuó tu incipiente carera?                                
Buscando mi especialidad aterrice en el hospital Dr. Ramón Carrillo de Polvorines en Malvinas Argentinas. Fue la etapa más linda pero a la vez la más desgastante ya que aquí si empecé a conocer a la verdadera medicina, aquí comencé a formarme en el campo de batalla, acá si entendí la responsabilidad que el título me había otorgado, aquí conocí el sufrimiento y conocí a algo que para ese entonces nunca pensé que me podía suceder...conocer a la muerte en primera persona.

Es toda una definición…
Me causó temor en un principio pero me motivo mucho más para seguir adelante ya que estaba convencido que podía interceder en ella si me formaba día a día en el arte de curar.
¿Y luego de la residencia?                                                         
Tras cuatro años de residencia y justo cuando estaba a punto de tomar la jefatura de residentes, me llega una propuesta para coordinar el servicio de clínica médica en una clínica privada ubicada en Talar de Pacheco partido de Tigre.

Había que decidir…
Siempre fui para adelante y siempre me gustaron los desafíos por lo que decidí aceptar y pase a trabajar en el Centro Médico Talar al que sigo vinculado ya que desde finales del 2006 continúo coordinando dicha institución.

¿Por aquella época viajabas todos los días?
Si. Era agotador y por consejos de un colega, que era mi jefe en ese entonces y quien es mi compañero en la medicina actual decidí radicarme en San Miguel.

¿Te adaptaste al cambio?
Mira si me adapté que decidimos convivir con mi novia de ese entonces Ariadna Verónica Ratto, quien está a mi lado desde el 2 de junio de 1996, y quien hoy se ha convertido en mi compañera de la vida y madre de mi hija Camila que ya tiene 5 años.

¿Siempre pusiste la vara bien alta como objetivo y desafío de vida?
Es necesario hacerlo para ir creciendo tanto en lo personal, como en lo familiar y laboral.

¿Alguna especialidad te interesaba más que otra?
Me especialice en Emergentología, para luego continuar con la  especialidad de Clínica Médica, la especialidad de Geronto Geriatría y por ultimo medicina laboral.

¿Creciste laboralmente?
No me quejo. Tengo un consultorio privado en San Miguel, donde atiendo desde el 2006 a los afiliados al PAMI, soy delegado del colegio Médico distrito V, soy secretario del Círculo Médico de Malvinas Argentinas y soy miembro titular de la sociedad de Geronto Geriatría de la provincia de Buenos Aires.

¿Te preocupas por perfeccionarte?
Trato. Tuve la gracia de realizar varios congresos internacionales los cuales me ayudaron a ver a la medicina desde otro lugar. Participe en lugares tan disímiles como EE UU, China, Dubái, Francia y Alemania.

¿Hablame de tu crecimiento personal?
 Sin el apoyo, el cariño y el amor que la familia me brinda día a día sería imposible crecer y por otra parte y fundamental, uno nunca creces solo.

¿Me contaste que admirabas mucho a tu padre. Te pido que para finalizar la nota reflexiones sobre la relación que tuvieron?
El 6 de Mayo del 2012 muere mi padre luego de una cirugía programada. Esto fue tan brusco e inesperado que género un vuelco en mi vida tanto personal como laboral ya que sentía que tenía que seguir de alguna manera su camino. Entonces decidí continuar atendiendo a sus queridos pacientes de Navarro quienes de alguna u otra manera me obligaban a seguir su legado, que había comenzado mi abuelo. Esto me hizo bien sentimentalmente, me acerco más a mis hermanos y me generó la expectativa de volver a mi querido pueblo antes de lo previsto. Luego de un año de estar trabajando en Navarro surgió otro desafío, ser director adjunto del Hospital, el cual había sido nada más y nada menos que caminado por mi abuelo y por mi padre. Una mega responsabilidad que decidí afrontar desde Marzo del 2014 y que me llena de orgullo y satisfacción día a día.

César Mc Coubrey.