Médicos de Mi Provincia: entrevista al Dr. Fernando Machiavelli
11 de Junio de 201512:05
Fernando Machiavelli (42), nació en Bahía Blanca. Hoy vive en Darregueira, Partido de Puán, en el sudoeste bonaerense cerca del límite con La Pampa, junto a su esposa Leticia y sus hijas adolescentes Rocío y María Sol. Se graduó de médico, en la Universidad Nacional de La Plata, en 1999.
Su especialidad es la pediatría. “A los chicos les gustan las payasadas y el premio máximo de un médico en mi especialidad ante un chico enfermo es verlo reír”. Por eso con otros compañeros mientras cursaba Pediatría y cuando no nos veían los jefes de cátedra en el Hospital Sor María Ludovica de La Plata, nos disfrazábamos, jugábamos y nos tirábamos debajo de las camas donde estaban internados. Era fantástico y todos nos divertíamos”.
¿Por qué médico?
No tengo una respuesta contundente. Hubo varios factores. Tenía un tío médico, mis padres también influyeron, pero creo que por sobre todo siempre tuve ganas de ejercer esta profesión que me ha permitido crecer como persona y darme muchísimos amigos desparramados por distintos lugares como Sierra de la Ventana, Tres Arroyos, Concordia, Bahía Blanca y por supuesto Darregueira, lugar donde vivo y disfruto y al que decidimos venir a vivir en búsqueda DE una vida más tranquila para todo el grupo familiar.
¿Costó esa decisión?
Yo tenía algunos reparos porque había que dejar la familia, amigos, afectos y radicarse en un Pueblo del cual no conocíamos nada; como ocurre habitualmente, las mujeres son más expeditivas y Leticia lo tenía decidido. Aquí, en Darregueira, somos felices por esa decisión tan importante que se produjo mientras desempeñaba la tarea de jefe de residencia en el Hospital Municipal de Bahía Blanca luego recibirme.
¿Cómo fue su experiencia en la residencia?
Fue una etapa muy importante a nivel profesional y personal, donde uno se forma como médico y como ser humano. Tengo muy buenos recuerdos, pasábamos muchas horas dentro del hospital Municipal, dormíamos poco, escribíamos y estudiábamos mucho. Tuve una influencia muy buena de mis jefes, del doctor Rossi, jefe del Servicio, del Dr. Rubén Marlia, Instructor y del doctor Juan Martorelli cirujano infantil, a ellos les debo en gran parte mi formación profesional.
¿Anécdotas de la residencia?
Hay muchas, pero recuerdo que el doctor Rossi se especializaba en Nefrología y le gustaba todo lo referente al medio interno y los componentes de los alimentos. Cuando hacíamos el pase de sala por las habitaciones, nos preguntaba todos los componentes de los alimentos y siempre respondíamos mal. Un día llevé una tabla con todos los alimentos y sus componentes y la escondí en el baño de la habitación, cuando empezó a preguntarme de reojo miraba esa tabla y le contestaba todo perfecto, no lo podía creer hasta que se dio cuenta y Fernandito de premio recibió una guardia castigo.
¿Qué nos puede decir de la relación con sus pacientes?
Llevo una relación muy estrecha con muchos de mis pacientes y sus padres, muchos son compañeros de mis hijas y eso hace que nos veamos no solo en el hospital sino también en el colegio y en mi casa.
¿De qué manera vivien en Darregueira?
Vivo muy bien, trabajo de manera particular y en el Hospital, entre otras cosas realizo la recepción del recién nacido. Es un pueblo de 7000 habitantes, todo es cercano, hay cosas positivas como la tranquilidad para nosotros y nuestras hijas, se puede andar en bicicleta, dejar la puerta abierta, compartir asados con los amigos. No hay Shopping ni Mc Donald. Somos pocos profesionales y tenemos que arreglarnos con lo que tenemos en cuanto a la aparatología y a nuestras limitaciones.
César Mc Coubrey. Para FEMEBA HOY.
