Dr.Eduardo Porfilio Círculo Médico de Tres Arroyo

05 de Enero de 201612:45
"Entre el balance positivo y la tristeza por los amigos que no están"

 

 El doctor Eduardo Porfilio pertenece al Círculo Médico de Tres Arroyos. Tiene 63 años y al igual que otros colegas es un pionero en las competencias olímpicas. “Empecé jugando al golf en 1982. En 1988 algunos colegas me convencieron para jugar a las bochas y así fui participando en las dos disciplinas, creo que fue hacia finales de los 90 y desde el 98 juego sólo al golf porque no hay equipos que jueguen a las bochas”.

 Cuando es consultado por sus experiencias en las olimpíadas afirma que “desde todo punto de vista es una experiencia extraordinaria: la amistad con los colegas, con la gente de FEMEBA, la posibilidad de conocer distintos lugares y también la oportunidad para descansar una semana al año. Realmente el balance es positivo a pesar de un alto grado de tristeza por algunos colegas que ya no están.”.

 Asimismo rescata algunas experiencias de las olimpíadas provinciales con otras entidades primarias, porque no solo se generaron lazos de amistad sino que sirvieron de base para otras competencias. “Cuando uno recuerda estas experiencias producen mucha emoción y más aún cuando pienso que son 30 años de mi vida participando en las olimpíadas”.

 Sin duda las palabras de Porfilio denotan mucha pasión y aunque todo tiempo pasado no siempre resulte mejor la resistencia del físico da cuenta de algunas situaciones muy particulares. “En los primeros años, cuando íbamos a Necochea a jugar al golf, nos acostábamos a las 5 de la mañana y las 8 salíamos a jugar. Claro que cuando lo recuerdo pienso que el resultado también se veía en la cancha”.

 La renovación de las generaciones en estos encuentros es de vital importancia y en la opinión del doctor Porfilio “en el golf se da una renovación porque en casi todos los clubes del país hay escuelas para menores y adultos. En las bochas hay una perdida inexorable. No hay escuelas y depende de que alguien te enseñe en el pueblo. Por ejemplo Berisso tenía un equipo muy bueno. Después terminamos muy amigos, por ejemplo con Ricardo López y otros colegas. Pero me acuerdo de Ricardo que fuimos los últimos que terminamos jugando. Junín tenía muy buen equipo y nosotros aparecimos en 1988 y rompimos el molde y muchos se preguntaban . Había algo de bronca porque fuimos por primera vez a Villa Gesell y ganamos. Otro equipo de bochas muy bueno era el de Bahía Blanca. En golf es más difícil, creo que por el tema del handicap. El bajo handicap da cuenta de un jugador excepcional y los jugadores que tenemos bajo handicap en la cancha hacemos lo que podemos. Pero como dice mi profesora de yoga: lo ideal es disfrutar el verde y caminar, verde y caminar”.