Desde hace 22 años coordino la parte de deportes del Círculo Médico de Quilmes, pero el sabor a las olimpíadas lo tomé en 1986. Por entonces, como hoy, trabajaba en el hospital. Al principio no tuve consenso para formar un equipo de fútbol, que era mi fuerte. Me contacté en el hospital con el doctor Daniel Giménez, hoy se dedica al tenis, y desde allí comencé jugar al fútbol. En la actualidad juego en la categoría sénior para el equipo de Quilmes. Cuando uno conoce las olimpíadas y le empieza a tomar el gusto viene con la familia. En mi caso vine con mi esposa embarazada, desde allí nos acompañaron los chicos, hoy bastantes crecidos. Pero solo o con la familia, siempre es la semana olímpica y familiar, más allá del esfuerzo que hacemos para competir y salir campeones. En algunos momentos para nosotros las olimpíadas, salvando las diferencias, era un campeonato mundial, porque entrenábamos dos veces por semana, competíamos en una liga en Quilmes y participábamos de una etapa cuando en las olimpíadas había primera A y primera B, ascenso y descenso por la cantidad de equipos.  Hoy la realidad no es así, pero vamos a trabajar para revertirla. Es un problema generacional. Los médicos jóvenes, en el hospital y en el consultorio, no tienen ni la misma idea ni el mismo concepto del deporte. Por distintas razones, familiares, económicas, entre otras. Por otra parte y en el campo de las anécdotas recuerdo a cierto jugador portador de mala suerte, de desgracia. Nosotros le decimos directamente mufa o yeta. Pero yo no creo en eso, así que compartí con este colega la habitación y jugó en nuestro equipo. Al día siguiente entré al partido y me desgarré. Desde ese momento no sé si cambié mis creencias. En las brujas no creo, pero haberlas, si las hay… Dr. Alfredo Leverato-CIRCULO MEDICO DE QUILMES -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------