El primero en llegar fue Matías Friedman Valle. Médico especialista en traumatología. Nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pero en búsqueda de un lugar más tranquilo junto a su esposa, hoy embarazada del primer hijo, llegaron a la ciudad de Suipacha. “Estudié en la Universidad Maimonides. Egresé en 2005. Hice la residencia en el hospital Santojani de Buenos Aires. Nos gusto Suipacha”.

Gustavo Bacci, pertenece al Círculo Médico de Moreno y es especialista en diagnóstico por imágenes. Egresado de la Universidad Nacional de Buenos Aires en 1995, reconoce la importancia de la convocatoria de FEMEBA porque es “una manera de familiarizarse con el trabajo médico”.

María Gabriela Bonta, también del Círculo Médico de Moreno, egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), en 1997. Concretó su residencia en el hospital de niños de San Justo y tiempo después “hice la jefatura de residentes en el hospital de Moreno. En la actualidad soy médica de planta y trabajó también en la coordinación docente”.

Friedman Valle, en tanto, tiene su consultorio y trabaja en el hospital provincial mercedino, Blas Dubarry como médico de guardia con extensión a planta. Terminó la carrera docente en la Universidad del Salvador y posee estudios de posgrado en traumatología.

Gustavo Bacci, al ser consultado por las particularidades laborales en su zona, señala que “como en todos lados la situación del trabajo médico en Moreno es difícil. “No trabajo en el hospital así que no puede decir mucho, aunque si de la presión fiscal que me parece clave. En mi caso, sin contar el resto de los aportes, me retienen el 25% de ganancias”, afirma.

La doctora Bonta trabaja en un hospital. “Veo que al hospital, por lo menos en el que estoy, no hay quién quiera ir a trabajar. Tiene que gustarte mucho la salud pública para quedarte. En el ámbito privado hay trabajo, pero algunos residentes no se animan a trabajar, hay un bache y una tendencia a seguir formándose para estar seguro, pero el estar seguro no llega nunca y guardias nadie quiere hacer”, subraya.

Para un médico de reciente graduación, como el caso de Friedman Valle, el contraste de cómo un médico puede ejercer la medicina en Capital o Provincia es notorio. “La verdad que empecé de a poco y al venir de Capital no entendía bien cómo hacía para inscribirme. Así que obtuve la matrícula en el Colegio Médico de Luján y después me conecté con el Círculo Médico y empecé la atención de pacientes por medio de las obras sociales. Ni conocía los recetarios. Me llamó la atención la diferencia, creo que en la provincia de Buenos Aires la actividad está más regulada. Creo que en Capital sacas la matrícula nacional y no hay tanto control, recién ahora está la recertificación cada 5 años y en la Provincia está desde hace tiempo”, afirma.

El doctor Bacci recuerda cómo fue su inserción en la entidad primaria. “Estaba vinculado por mi trabajo al Círculo Médico. Luego empecé a concurrir a las reuniones y así fui estableciendo un vínculo y coincidió que deseaban renovar la conducción, incorporar gente joven”. Rescata la actividad del Círculo Médico extramuros. El Círculo Médico de Moreno trabaja mucho hacia afuera, con la comunidad, no solo con el municipio sino junto a la comunidad en general”.

Por otra parte, en cuanto a la iniciativa de FEMEBA, Friedman Valle sostiene que “es una buena idea, vi el orden del día del Consejo y los temas son interesantes, para los médicos jóvenes, porque nos cuesta a veces interiorizarnos. Agradezco a FEMEBA por la invitación y al Círculo Médico por confiar en mí”.

Bonta, luego de responder que “los pagos están más o menos bien, sabemos que terminan pagando, pero el atraso en los pagos es importante en un contexto inflacionario”, agrega que la propuesta de FEMEBA “es una experiencia que vale la pena. Es algo nuevo. En Moreno se hizo algo similar, fui a las primeras reuniones y terminas interesándote en las cuestiones que se tratan”.