Médicos Invitados

18 de Julio de 201909:36

Los doctores Miguel Eduardo Vera, de Castelli, Alejandra Soares, de Salliqueló, Lucas Lamenti, de Chivilcoy, y Juan Giménez Verrina y Gabriela García, de General Belgrano, fueron invitados a participar en las reuniones de Mesa Ejecutiva y de Consejo Directivo del 16 de julio.

Miguel Vera es Presidente del Círculo Médico Castelli hace aproximadamente 15 años, aunque no en períodos consecutivos. Especialista en Clínica Médica, estudió en la UNLP y regresó a su ciudad natal en 1996. Es Director del Hospital de Lezama, Auditor de IOMA, y atiende también en su consultorio y en toda la zona. “Hay poca participación. Las Entidades chicas somos vistas por los profesionales como un ente de facturación, no se acercan. Las comisiones rotan los puestos, somos siempre los mismos. Entiendo que el médico joven hoy tiene muchísimo trabajo y poco tiempo para formarse y para participar. Hacen dos o tres guardias, hacen de todo para poder acceder a un sueldo para sobrevivir, mientras que los médicos de antes con mucha menor actividad ganaban más dinero. Además, cada vez vienen menos a los pueblos. Hicimos un trabajo de seguimiento de los jóvenes cuando se van a estudiar y la gran mayoría no regresa”.

Gabriela García, Presidenta del Círculo Médico General Belgrano, acuerda y agrega en el mismo sentido: “Los médicos más jóvenes no quieren trabajar en la entidad pública porque no está bien pago y han evaluado que es más redituable trabajar por cuenta propia que cubrir guardias, con el desgaste físico y psíquico que eso significa. Nosotros venimos de otra generación, tenía otro sentido estar en la entidad pública, pero las nuevas generaciones no están tomando esos puestos”. Oftalmóloga, oriunda de Mar del Plata y formada en La Plata, García también describe la situación de crisis económica que se está atravesando a nivel sanitario en el ámbito privado. “En la Entidad somos 25 médicos estables, a los cuales se suman algunos que vienen de otras ciudades a atender, y casi todos trabajamos en el ámbito privado y en el público. En cuanto a honorarios estamos muy complicados. Nos está costando muchísimo sostener el Círculo con sus gastos, que han aumentado muchísimo en relación con los ingresos que percibimos. Estamos muy preocupados.”

En cuanto a los recursos disponibles, Alejandra Soares, Presidenta del Círculo Médico Salliqueló, menciona que en la región están bien cubiertas las especialidades, a excepción de algún pueblo de la zona. “Sin embargo, es muy difícil lograr que hagan guardias, y que se radiquen nuevos profesionales mucho menos. Los recursos humanos siguen siendo un tema muy delicado”. Recibida en la UNLP y especializada en Anestesiología en Santa Rosa, actualmente es Secretaria de Salud de Casbas y Guaminí hace un año. “Siempre tuve interés por la salud comunitaria. Es un rol difícil, muchos quieren colaborar de afuera pero nadie quiere hacerse cargo. El partido es muy amplio y tiene cuatro centros asistenciales, dos hospitales y dos salitas, y hay que estar en todos lados, repartirse para hablar con el personal, sobre todo el sector de enfermería, que suele estar más relegado y es un actor fundamental del sector salud.”

Juan Giménez Verrina, integrante del Círculo Médico General Belgrano, recuerda que tras recibirse y especializarse en Diagnóstico por Imágenes en su La Plata natal, FEMEBA centralizaba todo el trabajo y los honorarios eran muy buenos. “El deterioro económico fue progresivo, y se siente en todos los ámbitos. Hoy los honorarios son muy malos”. También percibe el desinterés de los médicos jóvenes en ocupar puestos de guardias. “Y si lo hacen, se ciernen estrictamente a su horario y no se preocupan por dejar la atención en las condiciones ideales para el profesional que lo reemplazará”, opina desde su experiencia actual en los hospitales de General Belgrano y de Pila.

Lucas Lamenti, quien fue invitado en el marco del programa de incorporación del médico joven, acuerda con la problemática, pero desde un punto de vista diferente. “Más que falta de recursos humanos, hay una crisis formativa dentro del sistema. Incluso hace pocos años, los que tenemos entre 35 y 45 años, deseábamos formarnos para ejercer la práctica médica. Hoy, quizás por la crisis socio económica, un médico recién recibido prefiere subir a una ambulancia que hacer una residencia, porque percibe más dinero y en el corto plazo. Priorizan lo económico por sobre lo formativo, y no sé si está mal, no soy quién para juzgarlo, pero al hacer una guardia, quizás se sientan inseguros para resolver cosas que todos los médicos deberíamos estar capacitados para resolver”. Oriundo de Benito Juárez, recibido en la UNLP y especializado en Clínica Médica, se distingue de la tendencia de trabajar en los grandes centros. “Siempre supe que iría a una ciudad chica o pueblo a ejercer mi profesión. No creo que sea un tema generacional, se va dando de acuerdo a las prioridades de cada uno”. Hoy se desempeña como Director del Sanatorio Chivilcoy y atiende en consultorio en la misma ciudad. “Hago la actividad de internación, que es para lo que me formé, y además hago medicina forense”.


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